¡¡Palabra de Honor!!
En esta ocasión voy a compartir con ustedes el significado y el uso que se le da a la "Palabra de Honor". ¿Cuántos de nosotros hemos empeñado nuestra palabra para después no cumplirla ? . He de decirles que en los actos cotidianos y en la conviviencia en el hogar, en la oficina, en la escuela, etc. hemos de hacer pequeños y grandes compromisos con las personas que estimamos, respetamos y queremos. De hecho con aquéllas personas que no representan una cercanía o trato de cotidianidad lo hacemos de manera informal a la hora de hacer una compra, revisar tareas, seguir reglamentos, respetar horarios, etc. Nuestra vida esta llena de compromisos y en la época actual el cumplimiento irrestricto nos empieza a valer muy poco. El descuido de la palabra de honor nos lleva a la desilución, sufrimiento y a la falta de fé donde se encienden y apagan emociones que van directamente al vacio donde la unica posiblidad de esperanza reivindica la palabra. Si quieren saber lo que significa tener: PALABRA DE HONOR, lean la siguiente anécdota:
TEXTO TOMADO DEL LIBRO "LA OTRA HISTORIA DE MÉXICO, DÍAZ Y MADERO, LA ESPADA Y EL ESPÍRITU" de Armando Fuentes Aguirre.
A la caída de Querétaro quedó prisionero de los Juaristas el General Severo del Castillo, Jefe del Estado Mayor de Maximiliano, fue condenado a muerte, y su custodia se enconmendó al Coronel Carlos Fuero. La víspera de la ejecución dormía el Coronel cuando su asistente lo despertó. El General del Castillo, le dijo, deseaba hablar con él. Se vistió de prisa Fuero y acudió de inmediato a la celda del condenado a muerte. No olvidaba que don Severo había sido amigo de su padre.
-Carlos -le dijo el General, -perdona que te haya hecho despertar. Como tú sabes me quedan unas cuantas horas de vida, y necesito que me hagas un favor. Quiero confesarme y hacer mi testamento. Por favor manda llamar al padre Montes y al licenciado José María Vázquez.
Mi General - respondió Fuero, -no creo que sea necesario que vengan esos señores.- -¿cómo? - se irritó el General del Castillo. -Te estoy diciendo que deseo arreglar las cosas de mi alma y de mi familia. ¿y me dices que no es necesario que vengan el sacerdote y el notario?-
-En efecto, mi General- repitió el Coronel Republicano. - No hay necesidad de mandarlos llamar. Usted irá personalmente a arreglar sus asuntos y yo me quedaré en su lugar hasta que usted regrese.-
Don Severo se quedó estupefacto. La muestra de confianza que le daba el joven Coronel era extraordinaria.
-Pero, Carlos- le respondió emocionado -¿Qué garantía tienes de que regresaré para enfrentarme al pelotón de fusilamiento?.
-Su PALABRA DE HONOR, mi General - contestó Fuero.
-Ya la tienes- dijo Don Severo abrazando al joven Coronel.
Salieron los dos y dijo Fuero al encargado de la guardia:
-El señor General del Castillo va a su casa a arreglar unos asuntos.
Yo quedaré en su lugar como prisionero. Cuando él regrese me manda usted despertar.-
A la mañana siguiente, cuando llegó al cuartel el superior de Fuero, General Sostenes Rocha, el encargado de la guardia le informó lo sucedido. Corriendo fue Rocha a la celda en donde estaba Fuero y lo encontró durmiendo tranquilamente. Lo desperó moviéndolo.
-¿Qué hiciste Carlos?, ¿Por qué dejaste ir al General?-
-Ya volverá - le contesto Fuero. - Si no, entonces me fusilas a mí y asunto arreglado.-
En ese preciso momento se escucharon unos pasos en la acera.
-¿Quién vive? -grito el centinela.
-¡México! - respondió la vibrante voz del General del Castillo. - Y un prisionero de guerra.-
Cumpliendo su PALABRA DE HONOR volvía Don Severo para ser fusilado.
El final de esta historia es muy feliz. El General del Castillo no fue pasado por las armas. Rocha le contó a Don Mariano Escobedo lo que había pasado, y esté a Don Benito Juárez. El Benemérito, conmovido por la magnanimidad de los militares, indultó al General y ordenó la suspensión de cualquier procedimiento contra Fuero. Ambos eran hijos del Colegio Militar; ambos hicieron honor a la Gloriosa Institución.
Aun quedán muchas familias e instituciones que a sus hijos les inculcan a tener palabra...pero no cualquier palabra!!...sino PALABRA DE HONOR. Aunque no lo crean, esa sería una de las esperanzas de vivir en paz y armonía en México, sin guerra en el Mundo. Les doy mi palabra de honor!!...
Lic. Ana Luisa Gastélum Puppo.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por sus comentarios...