MAGIA, AMOR Y LUZ DEL COSMOS: MISIÓN DE LOS REGALOS DE NAVIDAD




Llegó Diciembre y con el la magia de entregar amor y recibirlo por medio de un presente material aunado con el afecto, el decoro y el gusto por regalar el detalle pensando en la personalidad  de quien va ser  la depositaria de ese regalo lleno de luz, magia y amor. Quiero regalarles en esta ocasión la intensidad de un abrazo y el regocijo de una sonrisa que son cosas que no puedo envolver pero que si puedo entregar con mi mejor deseo de salud, bienestar y prosperidad en este Diciembre 2015. Les deseo una Feliz Navidad en el seno familiar y sobretodo en el circulo de amistades que ustedes mismos han procurado.




La selección de los regalos es casi un ritual, ya que implica elegir cuidadosamente - con corazón y mente-, lo que representara nuestros deseos de Amor. Con el sólo hecho de tener en nuestras mentes y corazones a aquellas personas a las que deseamos regalar, desde ese instante ya estamos generando en nosotros una energía fuerte y poderosa que, al momento de elegir el regalo, de inmediato lo llenará de todos esos pensamientos y sentimientos que acompañarán por siempre al presente elegido.


La parte material del regalo es importante, pero sin duda alguna la parte más bella es la del corazón, el sentimiento que se deposita es lo que le dará el equilibrio para que al ser recibido, la persona pueda sentir la energía de amor que va en él. Nuestros antepasados, que eran personas de gran Sabiduría y respeto, al elegir un regalo u ofrenda para alguna persona sabían de la gran importancia de su elección y sobre todo de la relevancia de depositar en él la parte más importante, la de su espíritu.


Sabían que daban parte de Ellos mismos al seleccionar y poner su pensamiento y energía en el regalo, al cual consideraban sagrado. La parte material del obsequio representaba sólo la forma física que guardaba en sí el verdadero regalo, el creado por sus pensamientos y sentimientos, pues ése era el que contenía parte de su alma y por lo tanto ese era su gran valor. El regalarse unos a otros tiene mucho más significado del que podemos imaginar, pues lo más importante de esto reside en el hecho de entregar “algo” que simbólicamente represente nuestros deseos, en fechas de Amor y Esperanza. 


Es el recordar a nuestros seres queridos lo importantes que son para nuestra vida y lo mucho que los amamos, todo a través de un presente material que nos representará en materia y espíritu. Es muy importante considerar que el valor del mismo lo define el amor con el que fue elegido para esa persona especial. Un regalo que no es bañado con la energía que somos capaces de generar al amar intensamente a alguien, no es un verdadero regalo, pues aun cuando sea muy costoso –materialmente hablando- si carece de esa energía que sale de los corazones de cada uno es muy difícil que cumpla con su misión: llevar los recuerdos de nuestro Amor a los demás para envolverlos de luz a cada paso.


También es de suma trascendencia la envoltura de los regalos, que es parte ritual de lo que entregaremos a nuestros amigos o familiares. Muchos no disfrutamos o no sabemos cómo envolver o presentar un obsequio, sin embargo es importante que la mayoría de los regalos o al menos los más importantes sean envueltos con nuestras propias manos, ya que de esa forma estamos poniendo todos los deseos de Amor al imaginar la alegría del que lo recibirá.


Por lo tanto es importante que al momento de la envoltura tratemos de sentir vivamente lo que queremos para la persona y transmitamos esos sentimientos a la materia, pues también es energía al igual que nosotros y nuestros sentimientos. Por último, cuando ya hemos completado la envoltura es recomendable poner los regalos bajo el àrbolito de Navidad, ya que al hacer esto de inmediato serán acogidos por la vibración de nuestro pino.





Recordemos que nuestro árbol es la antena que nos conecta con el amor del mundo y del universo, por lo cual los bañará e impregnará de magia, amor y luz del cosmos, transformándolos en mucho más que sólo materia. Así las personas que recibirán estos presentes también se llevarán nuestro amor y parte de nuestra alma, así como la luz del Todo y la magia de nuestros corazones.


Cada obsequio que entregamos en estas fechas tiene como misión llevar los recuerdos de nuestro afecto a los demás para envolverlos de luz a cada paso y en cada instante que tengamos el privilegio de regalar...


Anita Osio Cordero fue una niña que vivió a finales del siglo XIX en México. El Diario de su vida cotidiana lo  escribiò Ana Margarita Àvila Ochoa quien naciò en San Luis Potosí y se encargó de ilustrar la obra  Gustavo Amèzaga Heiras,  naciò en la Ciudad de Tijuana .  Se trata el libro de la vida cotidiana de una familia mexicana en una época en la que las celebraciones y tradiciones hacían el periodo más rico de la historia.

Escrito:
 LOS REGALOS DE MI FAMILIA
1899
DIARIO DE  ANITA OSIO CORDERO


"Tengo tres hermanos: Guadalupe, Ramiro y el pequeño Antonio Guadalupe, la mayor, tiene trece años, me obsequiò una cajita muy bien envuelta, que sirve para guardar tarjetas, papeles y cartas.

Ramiro tiene nueve años, me regalo un pañuelito con la inicial de mi nombre bordada en una esquina, para que no lo pierda cuando vaya a la escuela.

Antonio, el menor de mis hermanos, me regalo una muñeca de porcelana con un lindo vestido de color lila y encajes amarillos.

De mis padres, ademàs del diario, recibì el retoño de un àrbol de manzano.  En Tacubaya, donde vivimos, todas las casas tienen àrboles frutales. Por eso he pensado que este manzano no sòlo serà mio, sino tambièn de la familia, porque estarà sembrado en el jardìn de nuestra casa, donde solemos reunirnos a convivir. Estoy segura que todos cuidaremos de èl para que crezca grande."


¡Felices Fiestas Decembrinas 2015!

Lic. Ana Luisa Gastèlum Puppo

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