SUEÑO Melancólico.- Sor Juana Ines de la Cruz por el Antologador Rodolfo Fonseca.

UNA PERSONALIDAD SEDUCTORA

Juana Ramírez de Asbaje vio por primera vez la luz en San Miguel Nepantla, Amecameca, una población cercana al Popocatépetl.  Nació el 12 de Noviembre de 1651.  Sus padres fueron  Isabel Ramírez de Santillana y Pedro Manuel de Asbaja y Vargas Machuca.  Ella se educó del lado materno, del padre se sabe poco en cuanto a la crianza e influencia en la niña prodigio. Pedro Ramirez de Santillana su abuelo influyo en las inclinaciones intelectuales de Juana de Asbaje: ya que su madre Isabel, analfabeta tuvo que salir adelante con una familia de seis hijos - tres del padre de la monja y tres del Capitán Diego Ruiz Lozano-, le legó la fuerza de carácter para cumplir las metas que se proponía.

A los tres años acompañó a su hermana a tomar lecciones, entonces aprendió a leer y escribir. A partir de ese momento se impuso una disciplina severa para aprender todos los temas que su curiosidad le marcaba.  Su apariencia física fue la más castigada, en particular el largo de su cabello, pues si no cumplía las metas de aprendizaje que se había propuesto se cortaba una parte de él.  Su carácter firme la impulsó a presionar a su madre para que la enviara a la Cd. de México en 1655, merced a sus talentos intelectuales y físicos ya formaba parte de la vida de la corte virreinal.  

La Culta Virreina  Leonor Carreto, marquesa de Mancera, la hizo su dama más cercana.  En esos días ocurre el célebre examen, que a instancias del virrey, le hace un grupo de sabios.  Su éxito le garantiza durante un tiempo su estancia con privilegios en el palacio.  Ser humano al fin, fue tocada por las saetas del amor, pero al hacer un balance de su vocación no se vio haciendo el papael de una mujer convencional.  Antes de entrar a la orden jerónima, ella estuvo con las carmelitas descalzas.  Su vida culmina en una derrota.  El misogino Arzobispo Aguiar Seijas la humilló y es obligada a renunciar a su jueguete preferido: la palabra. Muere el 17 de abril de 1695 victima de una epidemia.   

Ernesto Herrera.